El rey Arturo cayó en batalla, víctima de la traición de su sobrino Mordred. Ahora su cuerpo reposa en una fortaleza en la sagrada isla de Avalon, junto a su poderosa espada, Excalibur. Solo cuando Excalibur resucite, un nuevo rey será coronado y el reino se unificará nuevamente. Todo el imperio se ha dividido en ciudades luchando entre sí.