Eres un soldado romano y, junto a tu ballesta, sois lo único que puede plantar cara al dios de la guerra, Marte, y a su ejército invasor de marcianos. Por suerte, Júpiter te ha dotado de increíbles y temibles poderes elementales de fuego, hielo, tierra y rayo. Debes mantener a tus enemigos a raya y defender los muros de tu castillo o la Tierra sucumbirá a estos romanos.