Desarrollar la espiritualidad, exige una práctica cotidiana. No pienses en espiritualidad como religión, ya que no son lo mismo, sino como una diferenciación entre el mundo material y el inmaterial. La diferenciación que te lleva a preguntarte ¿quién soy? ¿por qué estoy aquí? Y ¿qué voy a hacer en esta vida?