La legítima defensa es una defensa a ciertos cargos criminales, así como a algunas demandas civiles. En virtud tanto del Derecho Penal y Derecho de Daños, la autodefensa se afirma comúnmente en los casos de homicidio, Asalto y la batería, y otros delitos relacionados con el intento de uso de la violencia contra un individuo.