Cuando entras en el espectáculo, el aplauso es necesario para animar al artista. Ya se trate de un concierto, recital, espectáculo teatral, comedia de televisión o discurso, nada muestra aprobación y aprecio como el rugido de manos aplaudidas. Sólo necesitas dos manos para aplaudir, pero nada se compara con una gran ronda de aplausos de un centenar de personas!