Un día la princesa Helen visitó a su tío el rey Sigmund, cuando de repente, llegó un horrible tornado y sembró el caos en las tierras y despertó a un malvado dragón llamado Bocafuego, quien, según la leyenda, no podría volver a dormir hasta que no se comiera 37 personas. Y lo que es más, el padre de la princesa había sido alcanzado por un rayo.