¡Corre, salchicha, corre! Id afilando el diente! ¡Esto sí que es un perrito caliente! ¡Si en tu vida no hay dicha, pon en ella una salchicha! (¿Lo pilláis? Hay dicha, salchicha. ¿Hola? ). ¡Deja de rimar y ponte a correr! Este juego de carreras es el sueño (o la pesadilla) de cualquier perrito caliente. ¡todo depende de lo bien que se te dé!