Dancing Line combina una jugabilidad trepidante con una banda sonora elegida minuciosamente para crear una experiencia inigualable. Existen varios mundos que van aumentando de dificultad y cada uno de ellos presenta un entorno único y evoca diferentes emociones. La clave no está solo en evitar los obstáculos y las trampas, sino también en jugar con la música.
Permisos